jueves, 26 de julio de 2012

Van creciendo..

Entonces cada uno cierra la puerta. Se mete en su habitación. Su refugio. Y pasa del mundo. La pequeña escribe mientras chatea. El mayor tan solo escucha música. Se respira un silencio muy profundo. Se percibe que la casa no es lo que era. Ellos no son lo que eran y dentro de poco tendrán que ir haciendo su vida sin depender de ella. Algo que atormenta. Ver a los hijos crecer siempre es algo que para una madre es complicado. Una tarde se van de casa, la pequeña ha quedado a las 5 y media. Él se va al gimnasio. Y mientras tanto ella se queda tirada en el sofá intentando ver la tele pero las lágrimas acuden a sus ojos al pensar que está más sola de lo que pensaba. Han crecido. No son aquellos niños pequeños a los que tanto les gustaba ir al parque con su madre.

2 comentarios:

  1. Triste pero inevitable, todos debemos avanzar y dejar cosas atrás. El consuelo de una madre es que, a pesar de no tener a sus "pequeños" junto a ella, para ellos siempre va a ser importante y van a contar con ella pase lo que pase.
    Un beso :)

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  2. Dios, cuantos sentimientos en tan pocas palabras, y cuanta razón pero es que eso es la vida, antes o después los hijos se van de casa y la verdad muchas veces es "mejor" porque asi se dan cuenta de como es realmente el mundo

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