miércoles, 28 de noviembre de 2012

No puedo dejar de quererte.

No es como las anteriores. No. Esta vez no. Todo es distinto. Aún sigo teniendo mariposas en el estómago al pensar en ti. Aún sigo mirando aquellas viejas conversaciones. Aún salgo de casa con la esperanza de volverte a ver en mi portal, esperándome. Aún recuerdo aquella primera vez, aquella mañana en la que te conocí. Aquella mañana en la que conseguiste enamorarme. Aún me pregunto qué sería de nosotros si todo hubiese salido bien. Aún pienso en cómo te pude llegar a querer tanto en tan poco tiempo. Y yo, ¿cómo conseguiré olvidarte? ¿Cómo volveré a ser la misma de siempre? ¿Cómo lograré vivir sin ti? Y es que cada día te necesito más. No puedo seguir engañándome y pensando que solo necesito tiempo o que necesito a alguien que me haga olvidarte, por eso que dicen de que un clavo saca a otro clavo. Qué va, todo eso es mentira. Lo sé porque lo he intentado. ¿Por qué hiciste que me enamorara? Dios, te odio tanto..

viernes, 23 de noviembre de 2012

Echo de menos..

Echo de menos los errores cometidos. Echo de menos cuando te veía. Echo de menos cuando nunca me sentía sola. Echo de menos cuando esperaba que llegara el viernes para verte. Echo de menos tenerte. Echo de menos cómo las cosas han cambiado. Echo de menos aquellas tonterías... Echo de menos las risas que vosotros me sacabais. Echo de menos estar con vosotros. Echo de menos cada cosa que con vosotros hacía. Echo de menos cuando no cometía errores. Echo de menos todo aquello que acabó. Echo de menos las promesas rotas. Echo de menos los sueños por cumplir. Echo de menos esas vacaciones planeadas que nunca llegarán a suceder. Echo de menos sentirme querida. 


Echo de menos mi pasado. 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cuídala.

Cuídala, porque mientras tú le prometes que no le fallarás, ella recuerda las veces que han incumplido esa frase en su pasado. Cuídala, porque mientras tú quieres estar con ella, ella tiene miedo de que le vuelvan a fallar. Cuídala, porque mientras tú esperas estar con ella, ella no quiere volver a sufrir. Cuídala, porque mientras tú tienes confianza en ella, ella no la tiene en sí misma. Cuídala, porque mientras tú intentas subirle el autoestima, a ella se lo han dejado por los suelos en su pasado. Cuídala, porque mientras tú le saludas con un simple "hola", ella se está ilusionando, Cuídala, porque cuando tú te canses de ella, ella sufrirá como tantas veces ha sufrido en su pasado...

viernes, 9 de noviembre de 2012

Te sigo echando de menos..

¿Recuerdas cuando paseábamos juntos de lo mano? ¿Cuando me dormía acurrucada en tus brazos? ¿Recuerdas esos momentos en los que era "tu niña pequeña" y nada ni nadie nos podía separar? ¿Recuerdas aquellas promesas de que jamás me abandonarías? ¿Recuerdas aquellas vacaciones juntos? ¿Recuerdas mi primer cumpleaños? ¿Y el segundo? ¿Y qué hay de aquel último que vivimos juntos? ¿Te acuerdas? ¿Y cómo te despertaba cada mañana con un gran abrazo? ¿Y cómo me dabas las buenas noches mientras me arropabas en mi cama? ¿Todavía lo recuerdas?
A mí me sigue faltando algo día tras día, alguien. Sigo pensando en cómo estarás y si de verdad fue decisión tuya todo esto. Aún recuerdos aquellos largos besos de cada noche y aquellos grandes abrazos de cada mañana. Pienso cada día en lo que aquel 15 de septiembre cambió mi vida. Pienso en las ganas enormes de querer dar marcha atrás. Pienso en lo feliz que sería tenerte a mi lado en todo momento.
¿Sabes? Todo ha cambiado. Desde que te fuiste nada es igual. Cada uno ha seguido adelante con su vida. Menos yo. Aún no he encontrado a nadie que pueda llenarme el gran vacío que dejaste, y ¿sabes qué es aún peor? Que nadie nunca podrá llenarlo.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Las cosas que nunca podré decirte.

Es el momento de expresarme. Es el momento de saber cómo me encuentro. Es el momento de decirte todo aquello que nunca seré capaz de decirte. Ahora, en este mismo instante, quiero decirte tantas cosas que no sé ni por dónde empezar.
¿Sabes todo lo que he podido llegar a sentir junto a ti? ¿Sabes hasta qué punto deseaba tener un mensaje tuyo? ¿Sabes cómo esperaba frente al ordenador que te conectaras? Que va, no lo sabes.
Nunca lo valoraste. Nunca tuviste en cuenta lo mucho que te quería. Nunca supiste ver lo feliz que podría yo hacerte.
Siempre te centraste en los demás, en todas aquellas personas que no te demostraban ni la mitad de lo que yo hice. Te fijabas en todas y cada una de las cosas que no tenían que ver conmigo y a la hora de pensar en mí, te olvidabas de ello.
Yo pasaba las 24 horas del día pensando en ti de las que tú, en cambio, no pasabas ni una.

viernes, 2 de noviembre de 2012

En el día de hoy..

Cada día de vida es realmente un regalo. Un regalo por abrir, por descubrir. Un regalo nuevo, único, especial. Irrepetible. Podríamos expresar diferentes sentimientos cada día. O podrían ser sentimientos indescriptibles. Podríamos sentirnos hundidos nada más levantarnos y no conseguir sacar una sonrisa. O podría mejorar con tan sólo recibir una sonrisa de esa persona especial. Puede que nos levantemos con ganas de comernos el mundo y, a medida que avance el día, sentirnos sin fuerzas para continuar. Puede que todo vaya realmente mal o que no haya sitio para el dolor. Puede que podamos sacar algo positivo o que, por el contrario, todos nuestros pensamientos sean negativos. Pero, ¿qué más da? Ningún día dura más de 24 horas por malo que sea.